El firme avance que están registrando las instalaciones fotovoltaicas y el autoconsumo energético ha encontrado un nuevo punto de impulso en los llamados inversores híbridos. Dispositivos extraordinariamente versátiles, los inversores híbridos, en realidad paneles que ocupan poco espacio en cualquier vivienda, convierten la corriente continua en corriente alterna de forma que esta sea plenamente aprovechable en una residencia y sus electrodomésticos o en una pyme.
La gran ventaja del inversor híbrido es su capacidad para utilizar la energía no consumida para cargar las baterías del sistema, de forma que después se pueda usar esta energía en las horas en las que la tarifa eléctrica es más cara. En suma, permiten gestionar el vertido de excedentes a la red eléctrica general o acumular energía en baterías solares.
Los nuevos sistemas de almacenamiento de energía, mediante los diferentes tipos de baterías o mediante los nuevos y poderosos sistemas BESS, están revolucionando el almacenamiento de energía. Pero el verdadero cerebro de una instalación fotovoltaica es el inversor, el elemento que nos permite transformar la corriente continua generada por los módulos solares en corriente alterna útil en cualquier instalación.
Entre los distintos tipos de inversores disponibles, sin duda destacan hoy día los inversores híbridos porque permiten combinar las funciones de un inversor convencional y las de un controlador de baterías. Es decir, permiten funcionar con o sin baterías, de manera que existe la posibilidad de realizar una instalación de autoconsumo sin baterías y completar la instalación más adelante con la instalación de un sistema de almacenamiento mediante baterías con la capacidad que más convenga o ampliar su capacidad en función de la demanda.
Por sus características y la flexibilidad que ofrecen para una gestión personalizada del consumo eléctrico, los inversores híbridos son recomendables para el uso residencial, comercial y pequeña/mediana industria, maximizando el autoconsumo.
Pero no todo es de color de rosa respecto a los inversores híbridos. Aunque los precios están bajando, los inversores híbridos pueden tener un coste de inversión inicial alto que nos puede hacer dudar en el momento de realizar nuestra inversión.
En cualquier caso, se deben analizar siempre los consumos de una instalación para decidir qué instalación resulta más rentable y eficiente, y así decidir si utilizar un inversor hibrido, un sistema BESS o simplemente un sistema sin almacenamiento, aunque mirando el futuro cercano del autoconsumo, la última opción no parece nada recomendable. Con los precios de la electricidad en ascenso y la bajada de los costes en los sistemas de almacenamiento, el autoconsumo continúa al alza, y ya es un hecho que su futuro pasa por conseguir aumentar nuestra capacidad para almacenar energía y alcanzar una independencia energética real.
En estas circunstancias, los inversores híbridos representan una perfecta solución, permitiéndonos elegir si consumimos la energía directamente, la almacenamos o preferimos vender los excedentes a la red.
Desde Matra Solar acompañamos a nuestros clientes lo largo de todo el proceso de diseño e instalación de una instalación solar fotovoltaica, ayudándole a elegir la mejor solución para la instalación.